Alexander Borodin: Sinfonía N º 2 – Dirigida por Carlos Kleiber y Erich Kleiber
Artista: Kleiber
Fecha de publicación: 2003
Elegí esta sinfonía, porque recuerdo claramente a mi hermana, de ocho o nueve años en el momento, arrastrándome a uno de los conciertos de orquesta de mi escuela, diciéndome al finalizar, que le encantaba esta pieza. El gesto brusco que lanza la Segunda Sinfonía de Alexander Borodin (1876) es definitivamente una de las aperturas más llamativas: Enojado, apasionado y Ruso, Ruso, Ruso. Al compáralo con la melodía de oboe sinuosa que viene después, escuchara las dos partes de la personalidad musical de Borodin: barbarie contra sensual, ambas teñidas con los colores exóticos populares de las antiguas tribus de Asia. Este disco es también el único que conozco que ofrece actuaciones de padre-hijo , por Erich (1890-1956) y Carlos Kleiber (1930-2004).
Dvorak / Haydn / Shostakovich: Cuartetos de cuerda
Artista: Quartetto Cassoviae
Fecha de publicación: 2000
Este disco contiene una mini historia del cuarteto de cuerdas en sí: una elegante pieza (1799) de Franz Josef Haydn, un pionero de la forma; un ejemplo fragante y melódico (1893) de Antonin Dvorak, escrito bajo la influencia de las canciones populares estadounidense, y una obra amarga semi autobiográfica (1960) de Dmitri Shostakovich, un reflejo de su estado de ánimo durante su vida bajo la opresión soviética. El desempeño de la Cassoviae Quartetto de este último cuarteto es quizás el más impresionante de todo el disco: es tenso, nervioso, expresivo e con aspecto de pesadilla.
Desde que el ser humano ha puesto un pie sobre la Tierra, la música ha sido gran parte de sus vidas. La gente perteneciente a los días de antaño creaban sus propios arreglos musicales con cuerdas y golpeando cosas, como madera, cuero, o piedra. Los sonidos de la naturaleza también sirvieron como un sonido musical agradable para ellos. Sin duda, les gustaba escuchar el sonido de las cascadas, de los animales, e incluso aquellos relacionados con el clima.
La música ha tomado un curso avanzado. A lo largo del paso del tiempo, el hombre ha inventado medios creativos para crear música. De las escuelas a las iglesias, hay música. La industria de la música también ha creado diversos géneros musicales para todas las ocasiones.
A menudo vera o escuchara gente predicando la palabra de Dios. El evangelio del Señor se esta predicando por medio de otras personas que sirven como Sus propios instrumentos. Basta con escuchar Sus palabras y se ilumina su espíritu, ¿no? Dios nos ha recordado en repetidas ocasiones a amarnos unos a los otros como él nos ama a todos. Coloca todas Sus creaciones bajo Su cuidado. Aunque cada persona se ha creado a Su imagen y semejanza, todavía nadie lleva una vida perfecta. Para decirlo en un término mucho más simple, nadie es tan perfecto como Dios.
La espiritualidad y fe de cada uno puede manifestarse por diversos medios. Leyendo la Biblia, siguiendo los diez mandamientos de Dios, rezando, cantando música religiosa, y asistir a misa son algunas de las formas típicas en las que uno se nutre de espiritualidad. A menudo se dice que aquellos que cantan rezan dos veces. Así, cantando la música religiosa, ¡estará rezando dos veces!
Puede haber distintas opiniones respecto a la música, pero hay un hecho que no se puede ignorar y es que tiene un gran efecto en nuestras emociones. Cuando un niño nace, empieza a reaccionar a los diferentes sonidos de su entorno, tales como juguetes, la voz humana y otros. A veces, cuando usted ve a alguien gritando o gritar de alegría, simultáneamente lo afecta a usted también y lo llena de alegrías.
Ahora, los científicos han demostrado que la música también afecta el desarrollo del cerebro humano. Cuando un bebé nace, tiene millones de células cerebrales, las cuales crecen cada vez más fuertes. Se ha demostrado que los niños que crecen escuchando música tienen fuertes conexiones con la misma. Afecta también la forma de su pensamiento, por ejemplo, escuchar música clásica mejora el razonamiento espacial y el aprendizaje de la misma a través de un instrumento, tiene efectos sobre ciertas destrezas del pensamiento.
¿Es cierto que la música hace a uno más inteligente?
No en todas las ocasiones, ya que la musica controla algunas de las celulasa del cerebro dando una forma particular de pensar. Después de escuchar música clásica, uno puede realizar algunas actividades espaciales rápidamente, como por ejemplo, los adultos pueden resolver rompecabezas rápidamente. Esto se debe a que las vías de la música clásica son similares a las vías utilizadas en el razonamiento espacial. Escuchando música clásica, estas vías se «encienden» y están listas para ser utilizadas. Así es como se puede resolver un rompecabezas rápidamente, pero el efecto dura poco tiempo después de escuchar la música. Tocar un instrumento también mejora las habilidades espaciales; la investigación ha demostrado que el entrenamiento musical crea nuevas vías en el cerebro.
El uso de la música clásica
La estructura de la música clásica es mucho más compleja en comparación con el rock, el jazz o el pop. Un niño que escucha música clásica fácilmente descifra la estructura y reconoce cualquier música clásica que ha escuchado antes. Por lo tanto, escuchar música clásica tiene un efecto diferente en comparación con otras formas de música.
¿Cómo nutrir su niño con la música?
Usted puede ayudar a su hijo a construir el amor por la música ya sea tocándole música, cantándole a su bebé, mandarlo a clases de música, o ayudarlo a aprender de la educación musical que se le otorga en la escuela.
Explorar el mundo de los pianos de juguete es como caer a través de la madriguera del conejo. Así lo comprobé cuando hice una nota acerca de tres conciertos realizados este mes en donde Phyllis Chen tocará distintas obras para piano, especialmente de Bach y Rameau, en un piano tradicional de concierto, como parte la serie de música de cámara en sitios históricos organizada por la sociedad Da Camera.
Para poder tocar con un piano de juguete, Chen se sentará en el piso, al estilo Schroeder de Snoopy. Ella planea llevar su Schoenhut (el Steinway de los pianos de juguete, como han confirmado varios artistas) a un vivero pre-fabricado de cartón en Culver City. Su techo elevado y sus paredes están cubiertos de distintas capas de jeans rotos, pegados en paneles de fibra de vidrio hechos con cáscaras de girasoles molidas.
En mi narración, Chen menciona la «afinación rara» de los pianos de juguete. Esto forma parte del encanto del instrumento: cada uno suena distinto. Pero de hecho, los pianos de juguetes pueden ser afinados. En estos instrumentos, las teclas están conectadas a unos martillos que golpean unas varas de metal (en vez de cuerdas, como pasaría en un piano de adultos). Si las notas son más graves de lo que deberían ser, la vara afectada puede ser rellenada para corregir el tono. Si está demasiado agudo, se puede poner un poco de alambre de cobre alrededor del final de la vara. Una gota de pegamento sellará el sonido.
También ovacioné el disco de Margaret Leng Tan, «El arte de los pianos de juguete». Pero lamentablemente, no se encuentra disponible. Una aventura alternativa similar es el disco de Tan llamado «John Cage – Las Estaciones». Es la mejor introducción a la música de Cage e incluye su corta pero potente suite para piano de juguete de 1948.
La diplomática Condoleezza Rice separó algo de tiempo de su apretada agenda del lunes para tocar un poco el piano, eligiendo un recital en el palacio de Buckingham para la reina Elizabeth II, según fuentes reales.
La secretaria de estado, que se encontraba en Londres para hablar con el primer ministro Gordon Brown, fue acompañada en su presentación de Brahms por Louise, la esposa del secretario de asuntos exteriores David Miliband, junto a tres miembros de la orquesta sinfónica de Londres. Rice es una hábil pianista que empezó a tocar cuando era pequeña. Un vocero del palacio le dijo a AFP que Rice «expresó el deseo de tocar en el palacio de Buckingham y la reina ofreció el salón musical para esto». La reina escuchó parte de la presentación privada y luego le regaló a Rice una grabación del recital.
Los alemanes fueron los primeros en ponerle un nombre al exasperante fenómeno de la música que se bloquea en el cerebro -ohrwurms- y no fue mucho antes de que los estadounidenses comenzaran a estudiarlo. Por lo menos un profesor, James Kellaris de la Universidad de Cincinnati, esta buscando descubrir que las hace tan irritantes y persistentes. Sea lo que sea, es difícil escapar del «earworm» en esta época del año, con los centros comerciales y las calles públicas bombardeadas con temas de vacaciones. No importa cuanto te guste la música. De hecho, cuanto menos te guste, más tiempo parecerá que se cuelga en las células de la memoria, circulando en la mente sin tregua.
Cuando esto ocurre, el neurólogo Oliver Sacks escribe, «la música entró y subvirtió parte del cerebro, obligándolo a disparar repentinamente…, como puede ocurrir con un tic o un ataque». En su nuevo libro, «Musicophilia», Sacks cita a un paciente recordando un combate de «gusanos de la mente». La canción «Love and Marriage» tomó posesión del hombre durante 10 días, lo que lo llevó a esfuerzos desesperados para apagarlo: «me lancé hacia arriba y hacia abajo. Conté hasta cien. Me tiré agua en la cara. Intente hablar en voz alta conmigo mismo, tapando mis oídos». Por último, terminó, sólo para volver cuando le dijo Sacks sobre eso.
La memoria musical adopta muchas formas curiosas. Los investigadores dicen que la repetición constante de la música popular -ineludible hoy en iPods, reproductores de CD portátiles, en la radio, en el aire en todos lados– nos entrena desde la infancia para esperar ciertos patrones de notas. Esto le permite a las melodías a residir cómodamente en el cerebro, donde los patrones se grabaron profundamente.
Para mejorar la posición de nuestro cuerpo al tocar el piano, la altura es también extremadamente importante. La mayoría de las personas se sientan demasiado altas o demasiado bajas en relación con el teclado. En realidad, debemos ser más respetuosos con nuestro natural tipo de cuerpo. ¿Tienes piernas largas o torso largo? Por lo general, las mujeres tienen piernas largas y torso pequeño, y los hombres al revés. El problema es que la altura de los bancos estándar de los pianos es para personas de torso pequeño. ¿Pero, por qué es esto una desventaja? Esto significa que los codos se posicionarán por encima del nivel del teclado cuando en realidad, como dijimos anteriormente, deberían estar posicionados ligeramente más abajo. La razón por la cual la mano, la muñeca y el antebrazo deben estar todos en una línea recta, es para permitir una menor fricción en los tendones de los antebrazos, los cuales, en realidad, controlan los dedos.
Por otro lado, las personas que se sientan demasiado arriba, o demasiado abajo, o que poseen una muñeca baja o una muñeca alta, por lo general padecen dolor y, en última instancia, tendinitis, o síndrome del tunel carpiano. ¡Esto es realmente tan innecesario! La solución se encuentra en conseguir un banco ajustable o sentarse sobre una silla, mediante lo cual es posible corregir la distancia al teclado. También, si vas a tocar sentado, ajusta el ángulo del teclado para mantener el ángulo óptimo, de modo que la mano, la muñeca y el antebrazo permanezcan en una línea recta.
1. Nunca pases un día sin practicar el piano, si puedes hacerlo ayudará mucho a tu perfeccionamiento. Pero si ocurre que tu tiempo es limitado, practica por lo menos diariamente sólo tus ejercicios técnicos. 2. Si no puedes arreglártelas para avanzar con el estudio de un trabajo asignado, infórmale a tu profesor antes de comenzar la lección. Unos pocos compases practicados minuciosamente son mejor ejercicio que una pieza estudiada superficialmente. 3. Nunca gastes tiempo rasgueando el piano, mejor entrena tu oído. Cuanto más practiques conscientemente, tanto más pronto serás capaz de tocar cualquier cosa que desees. Cinco o diez minutos diarios bien aplicados influirán enormemente en el desarrollo de una mejor técnica. Sin embargo, nunca practiques sin sentarte adecuadamente y sin poner completa atención en tu trabajo. 4. Nunca comiences una práctica antes de haberte establecido y dejarte en claro a ti mismo todos los detalles de las claves, el tiempo, el ritmo y el fraseo de la pieza que vas a estudiar. Piensa previamente cada compás y determina el mejor modo de tocarlo. 5. Cuando inicies un ejercicio nuevo, cúbrete cuidadosamente contra el primer error en tu interpretación. Recuerda: “Prevenir es mejor que curar”; siempre es más fácil evitar un error que corregirlo. Los dedos están demasiado adaptados a repetir los errores una vez cometidos, y así se acostumbran a los malos hábitos. 6. Cada dificultad técnica debe ser superada y dominada mediante la aplicación de un ejercicio especial. De modo similar, cada pasaje o cada parte de un movimiento debe ser practicado hasta que pueda ser tocado con la precisión de un reloj. Cada detalle de una pieza debe ser estudiado y dominado por separado, hasta que puedas reensamblar toda la melodía de un modo artístico. 7. No es útil tocar una pieza repetidas veces desde el principio al final, incluso si cada mano toca partes separadas; la mente y la memoria deben, antes que nada, haberse familiarizado con cada detalle, y los dedos deben ser entrenados, hasta que se acostumbren a superar cada dificultad con perfección y facilidad. 8. Comienza practicando lentamente, al principio, de modo tal que nunca te veas obligado a detenerte. Intenta siempre tocar estrictamente en tiempo: el ritmo y el tiempo son factores que nunca deben ser descuidados, ni por falta de paciencia, ni de energía. Los sonidos sin ritmo no tienen mayor significado que unas simples letras del alfabeto. 9. Durante las pausas, no remuevas las manos del teclado, sino que intenta utilizar el tiempo, si es necesario, avanzando a la siguiente posición. Mientras una mano se encuentra tocando, es muy fácil preparar la otra para la parte que le toca, sólo si tienes bien en claro qué es lo que ésta debe hacer. Por lo tanto, las partes que requieren un cambio en la posición de la mano deben ser practicadas por separado, hasta que la mano haya aprendido a asumir la posición adecuada y realice su trabajo de manera inconsciente. 10. Apunta siempre a lo más alto, como para alcanzar algo que valga la pena conseguirlo. Supera todos los miedos o aversiones de los ejercicios dactilares. Convéncete a ti mismo de que son tan absolutamente indispensables como las palabras y las reglas de gramática, que deben ser aprendidas primero por el corazón antes de que se pueda adquirir el conocimiento de un lenguaje extranjero. 11. Se paciente y perseverante. Esto te ayudará a superar los obstáculos y las dificultades más grandes. 12. Estate contento, si puedes, brinda a otros el placer que te produce tocar el piano. Pero no busques sobresalir por una técnica brillante, pues ésta nunca es el objeto del verdadero artista, cuyo propósito debe ser más bien la adquisición de una minuciosa educación musical.
Siguiendo con el tema de las lesiones de quienes tocan el piano, muchas lesiones son específicas de aquellas personas que tocan teclados electrónicos. Uno pensaría que gracias a ese mecanismo más liviano del teclado sería más sencillo tocar, pero de hecho, resulta mucho más difícil. Esto se debe a que la mayoría de las personas tienen una tendencia a presionarlos con mayor firmeza que como lo harían con las teclas normales (que pesan más), para compensar la escasez de resistencia. También, nos dejamos engañar por los niveles artificiales de sonido. A causa de los aspectos electrónicos del instrumento, nos hemos vuelto dependientes del volumen actual, en contraposición del volumen percibido. Por ejemplo, si estamos grabando el último nivel de dinámicos probablemente sea muy alto, pero para nosotros intérpretes, en nuestro monitor, tal vez parezcan muy suaves. Por lo cual, instintivamente, tratamos de tocarlos con mayor potencia para crear un sonido más fuerte, cuando en verdad no necesita ser reforzado. Mientras tanto, cuando más fuerte toquemos, tanto más se nos tensarán los dedos. Cuanto más rígidos estén nuestros dedos entonces, más lento tocaremos y más presión ejerceremos. Cuanta más presión ejerzamos sobre las teclas, más dolor nos causaremos. Por lo cual, la solución aquí es recordar en nuestra mente mientras tocamos que “suave es igual a rápido”. De este modo mantendremos nuestro sistema muscular mucho más relajado.
Algunos especialistas sostienen que realizar cambios simples en la técnica de ejecución de los pianistas les evitarán muchos dolores y hasta incluso lesiones en las articulaciones de sus manos. Si tu modo de ejecución o práctica del piano no se encuentra libre de dolores, ni se realiza sin dolores en forma constante, automática y sin esfuerzo, significa que estás haciendo algo mal en tu técnica. Estos datos explican cómo mejorar la eficiencia biomecánica, la relajación y cómo evitar las tensiones, realizando tan sólo unos pequeños cambios en tu técnica. Dichas sugerencias proveen el soporte necesario de retensión del dolor llevado a cabo por tratamientos medicinales que aseguran que el dolor no regresará. Una técnica libre de dolor debe permitirte tocar sin dolor en forma constante, automática y no debe requerir esfuerzo alguno. Desafortunadamente, según el modo tradicional como se enseña a tocar el piano, una ejecución libre de dolor se torna rara, deliberada y difícil. Existen muchas razones por las cuales sucede esto. La distancia del banco o taburete al piano es lo primero que debes considerar.
Tal vez Gustav Holst (1874-1934) estuvo anticipando la controversia que concerniría a Plutón cuando escribió su suite de siete movimientos titulada “Los Planetas”. Si bien Plutón fue descubierto en 1930, Holst nunca actualizó su composición, dejando la suite con sus siete movimientos originales (de todos modos la Tierra no se encuentra representada en dicha obra). Tal vez Holst deseaba mantener el balance de siete, un número tradicionalmente asociado con la perfección. Pero debido al reciente cuestionamiento del status de Plutón como planeta en el mundo científico, Holst probablemente haya tenido un poco de previsión al respecto, después de todo.
Cada uno de los movimientos representa un planeta específico, o más propiamente dicho, cada movimiento encarna las características de la deidad romana según la cual son nombrados los planetas, comenzando con Marte (la guerra) y culminando con Neptuno (el misticismo). Dicha obra fue escrita originalmente para piano y órgano, pero una orquesta completa le hace mucha más justicia a la naturaleza dramática de la composición. La versión orquestal de Holst es la que suele oírse hoy en día por la mayoría de las personas.
Gustav Holst fue un compositor inglés en cuya familia la música era una expresión muy común: era hijo de un organista y continuaría siendo el padre de otro compositor y director muy reconocido, Imogen Holst. Mientas asistía al Colegio Real de Música en Londres, se hizo gran amigo de otro compositor inglés, Ralph Vaughn Williams. Si bien “Los Planetas” no fue la obra favorita de Holst, se convirtió en su trabajo más conocido.
Mahler fue el segundo de catorce hermanos, de los cuales seis fallecieron durante la infancia. Su padre, Bernhard, era propietario de una taberna y su madre, Marie, era hija de un fabricante de jabones. Poco tiempo después de que Mahler naciera, él y sus padres se mudaron a Iglau, Moravia. Su padre fue capaz de abrir una exitosa taberna y una fábrica de cervezas, lo cual le permitió respaldar las ambiciones musicales de Mahler.
Niñez:
Mahler vivía cerca de la plaza del pueblo en donde se celebraban conciertos muy frecuentemente por la banda militar, esta fue la razón por la cual desarrolló el gusto por la música desde una edad muy temprana. Fue discípulo de Anton Bruckner. Aprendió varias canciones en pentagramas de aquellos amigos que asistían a escuelas católicas y recibió lecciones de música por parte de músicos locales. No pasó mucho tiempo después de que su padre le compró un piano en que Mahler se volvió un intérprete muy hábil.
Adolescencia:
Como resultado de las “no tan buenas” notas escolares del joven Mahler, su padre lo envió a una audición al Conservatorio de Viena. Fue aceptado en 1875 bajo la instrucción de Julius Epstein, su profesor de piano. Estando en la escuela de música, Mahler rápidamente optó por composición como estudio principal. En 1877, se alistó para la Universidad de Viena donde se interesó profundamente en grandes trabajos literarios y en la filosofía.
Primeros años de adultez:
A los 21 años, Mahler recibió la dirección de un trabajo en el teatro Landes de Liabach. Allí dirigió más de 50 piezas, incluyendo su primera ópera, la cual resultó ser nada más ni nada menos que “Il Trovatore”. En el año 1883, Mahler se mudó a Kassel, firmó un contrato, y trabajó por varios años como “RDirector coral y musical”. Este podrá haber sido un título de fantasía, pero aún tenía que reportarlo al Kapellmeister residente. De 1885 a 1891, Mahler trabajó en Liepzig, Praga y Budapest.
Adultez media:
En marzo de 1891, Mahler se convirtió en director principal del teatro Stadt de Hamburgo. Mientras tanto, en esa misma ciudad Mahler culminó su segunda sinfonía, por el año 1895. También, en ese mismo año, se suicidó su hermano menor. Desde el fallecimiento de sus padres, varios años atrás, Mahler se convirtió en la cabeza del hogar. Para proteger a sus hermanas menores, las trasladó a su vivienda en Hamburgo.
Adultez tardía:
Mahler se mudó a Viena y se convirtió en el Kapellmeister de la aclamada Filarmónica de Viena. Varios meses después fue promovido a director. Como nuevo director del teatro Hofoper, sus osadas, provocativas, y controversiales presentaciones atrajeron a gran número de personas al teatro y muchas reseñas por parte de la prensa. En 1907 y 1910, Mahler condujo la Filarmónica y la Orquesta Sinfónica de Nueva York. Un año después, luego de regresar a Viena, falleció de una endocarditis bacterial.
Un musicólogo Australiano descubrió lo que se cree que es el último trabajo de piano escrito por Ludwig Van Beethoven mientras estudiaba el último libro de ensayos del compositor. Peter McCallam, profesor de musicología asociado a la Universidad de Sydney, encontró los 32 compases de una notación musical manuscrita mientras miraba en el libro de ensayos en la Librería Estatal de Berlín. La mayoría de los libros de ensayo de Beethoven fueron estudiados en detalle pero el último atrajo menos la atención.
McCallum le dijo a Reuters que no supo instantáneamente que era una pieza de piano porque Beethoven solía utilizar una especie caótica de taquigrafía. «Los libros de ensayo son fuentes muy buenas pero son muy difíciles de leer y hay que saberlos descifrar, pero se puede trabajar sobre el si lo mira lo suficiente», añadió.
«Utiliza una clave de firma que nos da una pista, por lo que tienes que averiguar». McCallum dijo que cree que la pieza fue escrita en Octubre de 1826, unos meses antes de que Beethoven muera en Marzo de 1827. Dijo que la pieza era un poco melancólica pero «preferentemente encantadora y muy sencilla. También tiene una buena calidad y no es difícil de tocar por lo que es buena para los niños pequeños». Tiene algunas características armónicas inusuales que no asociamos normalmente con Beethoven», añadió. Stephanie, la esposa pianista de McCallum, utilizó la transcripción de su marido para hacer la primera grabación de la pieza -Bagatelle en Fa menor- la cual dura 54 segundos.
McCallum dijo que cree que la pieza, aunque es breve, está completa. «No termina en la mitad de una oración por así decirlo, pero sospecho que si Beethoven la hubiese presentado, hubiese agregado más cosas porque no es muy larga», agregó.