Bueno, entonces, usted quiere aprender a tocar el piano. Pero no quiere tener que pasar años aprendiendo a leer música. Esto es comprensible. Aprender a tocar el piano no tiene porque ser una experiencia tan dura como la que muchos creen que es. De hecho, puede resultar bastante simple ¡SI COMIENZA APRENDIENDO LOS ACORDES!
Por ejemplo, en la lección “Reflejos en el agua”, se nos presentan cuatro acordes y una escala con la que crear música. No es necesario saber leer música ni tampoco poseer tablaturas para piano. Todo lo que debes aprender es la posición de los dedos de un acorde y tocar la escala de Do Mayor. Luego puedes utilizar este material para crear música con él. Aprendiendo piano de esta manera es infinitamente más fácil (y más gratificante) que aprendiendo a leer las notas, sobre todo porque se va creando el camino uno mismo.
Una vez que tengamos los acordes bajo nuestros dedos, podremos explorar el piano de una manera que nunca hubiese sido posible anteriormente. Muchos estudiantes de piano creen que no poseen el talento o la habilidad suficientes para improvisar, pero eso no es verdad. Todo lo que se requiere es el deseo de hacerlo. Una vez que los estudiantes se lanzan al agua, se encuentran con que sí o sí tienen que nadar, y ya se quedan enganchados.
Aprender a tocar el piano sin años de estudios no es difícil. Todo lo que se requiere es la habilidad para aprender algunos acordes, y luego experimentar con ellos. Ahora, si la meta que usted se propone es aprender un repertorio clásico, entonces sí tendrá que aprender a leer música. Pero saber leer no es una necesidad excluyente para tocar. Aprender acordes sí lo es.
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