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La conexión entre la matemática y la música: los niños

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Cada vez más y más estudiantes son los que encuentran una fuerte conexión entre la música y las matemáticas. Parte de está conexión se encuentra en los patrones que existen entre el lenguaje, las matemáticas y la música. La música es una serie de notas que son tocadas según un patrón preestablecido. Las matemáticas trabajan del mismo modo. Si bien hay maneras de sumar, multiplicar, restar, y dividir números, la última combinación sigue siendo finita. Lo mismo ocurre con la música. Las notas son combinadas en una serie de agrupaciones (casi una variedad sin fin), pero el número de sonidos creados es finito. Son los patrones y las combinaciones como éstas que hacen similares a la música y la matemática. Nuestro cerebro parece procesar la información musical y matemática de modo diferente que cuando calcula otro tipo de información. Los bebés son atraídos primero por el discurso cuando éste suena rítmico y melódicamente. Sus padres, instintivamente le hablan al bebé en un tono melódico y mediante palabras de sonido bien marcado, en lugar de emplear su voz normal. Probablemente habrás notado que los bebés te prestan más atención cuando le hablas de modo poético y matemáticamente pausado, que cuando tus palabras son mundanas y empleas tu tono de voz normal. Los niños pequeños aman escuchar música con patrones repetitivos. Esto sucede tal vez, porque su cerebro está calculando el mensaje musical de modo tal que captura su interés y los hace pensar. Por suerte, como resultado de los diferentes métodos de conexión del aprendizaje de los niños, éstos están más dispuestos a aprender y absorber. Colócale a un niño cualquier cosa en su mano y comenzará a crear patrones musicales y ritmos. Toda la música que producen tiene un patrón y un ritmo definitivos. Los niños poseen la capacidad única de crear patrones fuera de sonidos aleatorios. Según cuán bien creen música y cuan afinados son se establecerán los poderes matemáticos del niño, que evolucionarán posteriormente en su vida adulta. Mientras un niño crece es importante continuar inculcándole la música de modo tal que forme parte inalienable de sus vidas. Estudios recientes han demostrado que a aquellos niños que poseen una gran influencia musical, ya sea porque tocan un instrumento o escuchan una gran variedad de géneros musicales, les va muy bien en matemáticas. Esto se debe a que el cerebro se ha desarrollado de modo tal que ellos son capaces de discernir patrones y repeticiones entre las notas musicales. La matemática es esencialmente el seguimiento de patrones conocidos para arribar a una conclusión. Una vez que conoces la fórmula para encontrar la respuesta, ya sea la simple fórmula de sumar o aquella más compleja de determinar los grados de un ángulo, sólo entonces serás capaz de utilizar dicho patrón para obtener la respuesta. La conexión entre estas dos materias trabaja en dos sentidos: es común que un niño a quien le va bien en la clase de matemáticas sea extremadamente exitoso al momento de tocar un instrumento y leer notas musicales. La combinación de ambas habilidades, usualmente, lo llevará a un mejor rendimiento total dentro del ámbito escolar e intelectual. Lograr que la música sea una parte integral de nuestras vidas desde que nacemos nos coloca en la vía rápida y nos da una ventaja que no puede ser cuestionada. Cada vez más estudios han confirmado la relación entre las matemáticas y la música y los beneficios acumulados.

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